Desde los 15 trabajé en el taller de encuadernación de mi padre. Luego estudié la prometedora carrera de Historia
Ahora presento, dinamizo y guionizo algunos de los eventos más importantes de las mayores empresas multinacionales del mundo.
Y todo por una simple llamada de teléfono. Te cuento enseguida.
La única formación reglada que casi tengo es la carrera universitaria de Historia… que dejé a medias para perseguir la VIDA (sí, en mayúsculas).
Si piensas que esto me hace menos competente en lo que puedo hacer por ti, este es un buen lugar para dejar de leer.
Dicho esto.
Lo que hago es el resultado de un cúmulo de experiencias vitales poco habituales o extremas debidas a una vida entera como buscador incansable de experiencias.
Una gran inquietud y curiosidad insaciables por la naturaleza humana y los mecanismos del asombro…
… y la madurez necesaria (con el tiempo) para haber sabido canalizar todo esto de una forma responsable (y rentable) de ganar y hacer ganar dinero.
Esto me ha dado herramientas y recursos para manejar a una audiencia de una forma fina, fresca y sofisticada.
Conectar de forma casi instantánea con ella. Captar su atención. Dirigirla a donde nos interesa. Asegurar el ritmo escénico. Crear impacto. Entretener y saber cambiar el plan sobre la marcha o dominar registros muy distintos.
Estas son mis credenciales.
Pero tengo la suerte de poder colaborar con agencias y empresas en proyectos que me permiten desarrollar mi creatividad y este impulso irrefrenable de comunicar, crear y asombrar.
Conectando emoción, asombro y tecnología para generar eventos en los que algunos participantes incluso se olvidan del día de la semana.
Ya sabes lo más importante sobre mí para valorar si soy un charlatán…
… alguien que ha perdido la cabeza…
… o un tipo que ha tenido la inmensa suerte de encontrar un lugar donde encajar una personalidad hiperactiva y unas habilidades poco usuales de forma útil y rentable.
Pero si quieres algo más de contexto para entender qué hace “un tipo como yo en un lugar como este”, aquí tienes una historia que tal vez no deberías leer.
Es demasiado larga. Demasiado personal. Demasiado loca tal vez.
Incluye 2 vueltas al mundo, 2 entradas en la cárcel, 2 reinvenciones y 2 hijas.
Un borracho sin dientes que cambió el rumbo de mi vida, una llamada sorpresa y una entrada inesperada por la puerta grande al mundo de los eventos.
Entre otras cosas…
¿Te gusta el salseo? Te lo voy a dar. De hecho me voy a desnudar hasta donde tu quieras, ahora ya está en tus manos.
A medida que esto avanza se va poniendo más interesante. Pero empecemos por el principio.
La escuela no fue estimulante para mí.
No aprendo casi nada de los libros, pero me especializo en un tipo de documento muy sofisticado que aún uso y que me ayuda a crear grandes eventos:
Una disciplina que mezcla habilidades de ramas tan dispares como la biblioteconomía, el control de la atención o la artesanía, a la que le dedico muchísimo tiempo.
¿Cómo condensar el temario de meses en un papel de 3×4 cm? ¿Y en un boli BIC rayado con un compás? ¿Qué sobra? ¿Qué es lo esencial?
Esos son los grandes retos, las grandes preguntas.
Ahora comprendo que fue la semilla para crear los guiones que escribo. Parte de mi trabajo consiste en seguir haciendo chuletas. Las mejores chuletas posibles.
Supongo que mis profesores nunca imaginaron que años después me pagarían grandes cantidades de dinero por ello.
Por condensar mensajes complejos a su mínima expresión y transmitir su esencia lo mejor posible, con solo un vistazo.
En fin.
Varios años y cientos de chuletas después, llego a la Universidad, donde sigo afinando este noble arte.
Con gran visión de futuro elijo Historia.
Tengo 1 millón de pesetas.
Es algo muy extraño. Nadie de mi entorno y edad tiene un duro. Pero siempre me ha gustado el dinero y nunca he parado de trabajar desde los 15 años.
19 años. 1 millón de pesetas. Hambre de mundo. Un corazón joven con ansias de latir fuerte. Adicción a las sensaciones extremas.
Entonces tomo una decisión drástica.
La chica me regala una sonrisa cómplice.
Es un martes aburrido cualquiera pero la aventura acaba de entrar por su puerta.
Es una tarea titánica a nivel logístico. Además es el año 2001 y todo funciona a base de fax, telefonazo, embajada y fotocopia firmada. Y no a golpe de clic como sucede ahora.
Pero unos días más tarde tengo 19 billetes de avión, en papel, en mi mano y el mundo entero por delante.
Me subo al primer avión pensando que todo será peligroso y que tendré que luchar por mi vida.
Pero en menos de 3 días estoy en India haciendo de extra en una película de Bollywood rodeado de gente interesantísima. Y más feliz que un delfín recién liberado en el océano.
Y lo que siguió durante ese año tan loco, bonito y lleno de aprendizajes no cabe en esta página ni en 100 libros
Unas vivencias tan intensas y profundas que por mucho que te lo explique no lo conseguiría:
En ese tiempo vivo y proceso miles de interacciones con personas de todo tipo. Cientos de experiencias diversas y extremas en contextos muy diferentes al mío.
Ahí aprendo más sobre cómo gestionar interacciones y la naturaleza humana que en 2524 másteres de psicología.
Habilidades que aplico ahora en los eventos corporativos.
19 países y 1 año después vuelvo a casa de mis padres.
No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado nada, para darte cuenta de cuánto has cambiado tú.
Después de esa explosión de vida…
El Jordi que se había ido de viaje ya no es el mismo que ha vuelto.
Y eso le cuesta. Y le pesa. Y le asfixia…
Hasta que una tarde, por casualidad, conozco a un borracho desdentado que cambia por completo el rumbo de mis próximos 10 años.
Y que aunque él nunca lo sabrá…… es el responsable de que hoy yo esté aquí y tú estés leyendo estas líneas.
¡Cambiarme la vida por completo!
Me hace un juego de magia que me deja flipando. Pero lo que más me asombra es que vaya borracho como una cuba, sin dientes y desaliñado.
Si hubiera sido un mago elegante, atractivo e impecable habría pensado que eso es algo inaccesible.
Pero si él podía…
Le invito a 3 litronas de cerveza y le pido que me lo enseñe. Lo pruebo y…
¡Funciona!
Es un truco al que guardo mucho cariño y aún hago ahora (“sólo” 22 años después).
Si quieres aprenderlo. Será un gustazo explicártelo en la última página de este pequeño viaje por mi BIO.
Acto seguido voy al Corte Inglés decidido.
Salgo de ahí con una baraja, un libro de magia y una vida nueva por estrenar.
Empiezo a estudiar de forma obsesiva para escapar de las 4 paredes del taller de mi padre. Y así empieza una etapa clave en la que aprendo mucho, divierto y me divierto aún más.
Es una etapa muy mágica (dentro y fuera del escenario) y si quieres, puedes acompañarme.
Evidentemente, abandono Historia y me dedico en cuerpo y alma a la magia.
Cada vez tengo más trabajo, tablas y ganas.
Y es aquí donde me curto en la comunicación y los escenarios.
Donde aprendo y refino algunas de las habilidades más valiosas que aplico ahora en los eventos corporativos.
Poner a 10, 100, 300. 1000 personas en sintonía desde el primer minuto. Adaptar el tono rápido. Dar instrucciones claras. Saber modular el ritmo escénico (el ritmo es clave en la magia).
Aprendo a crear un hilo narrativo y generar momentos de sorpresa y asombro.
Así me paso 10 años recorriendo España de bolo en bolo y ganándome bien la vida (mucho mejor de lo que hubiera imaginado).
Y sin tener para nada la sensación de estar trabajando.
Pero al final ocurre algo inesperado.
Mira que es un contexto retador donde es difícil aburrirse.
Pero…
Sí.
Empiezo a aburrirme.
Y entonces conozco a la mujer que es ahora la madre de mis 2 hijas.
Decidimos hacernos el mayor regalo que se nos ocurre:
El mundo.
No hay mejor manera de conocer a alguien que compartir con ella 24 horas al día durante 2 años en contextos tan diferentes a los habituales. Y compartiendo las situaciones más diversas, difíciles y extrañas para ver como reacciona.
Decidimos hacer juntos la que será mi segunda vuelta al mundo.
Nos subimos a un avión en el que, por cierto…
En este viaje de 2 años vivo más de una aventura tan loca que si te la explico puede que no me creas.
¿Ilusionismo? ¿Magia de cerca? ¿Mentalismo?
¿Qué disfruto más? ¿Dónde puedo brillar con más fuerza? ¿Dónde puedo ser más útil para los demás?
Las preguntas se amontonan hasta que la torre se cae y sólo queda una pieza en pie.
Entonces lo veo claro como el rayo en la noche.
Y aquí es donde empiezo a dirigir toda mi atención.
Así este viaje se transforma en un estudio exhaustivo de cómo aplicar la magia a la comunicación.
Descubro cómo ciertas experiencias pueden generar un vínculo comunicativo tan maravilloso cómo ÚTIL y potente con todo tipo de gente.
Después de 2 años y 21 países, tengo mi misión más clara que nunca.
Vuelvo a casa.
Al volver de un viaje así, hay muchas cosas que poner de nuevo en su lugar.
Y no me refiero a las que llevas en la mochila. Después de 2 años sin móvil, voy a comprar uno y al poner la tarjeta…
La llamada mágica. Descuelgo.
“Soy Jonathan, trabajo para una empresa francesa y busco un mago para representar sus espectáculos de Magia Digital con iPads en España”.
Me viene como anillo al dedo.
Me lanzo de cabeza a un proyecto que me permite, no solo seguir investigando conexiones entre efecto wow y comunicación…
… sino que me hace entrar por la puerta grande al mundo de los eventos corporativos en el Palacio de Cristal de Madrid con un show brutal.
Voy encadenando eventos corporativos en los que realizo magia digital para transmitir mensajes y sorprender a las audiencias.
Y mientras espero mi turno, observo a los maestros de ceremonias. Escucho lo que dicen, cómo presentan, y pienso…
…¿No le ha sacado partido a esto?
…¿Y esta conexión?
…Yo lo hubiera enfocado así.
…
Así cada evento hasta que, más pronto que tarde, un día sucede algo inesperado.
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