“La única forma (legal y rentable) de obtener la adrenalina y reto constante para seguir siendo
yo mismo.”

2 vueltas al mundo. 2 visitas al calabozo.
2 reinvenciones y 2 hijas.

(O todo lo que no encontrarás en LinkedIn. Sin filtros.)

Desde los 15 trabajé en el taller de encuadernación de mi padre. Luego estudié la prometedora carrera de Historia

Ahora presento, dinamizo y guionizo algunos de los eventos más importantes de las mayores empresas multinacionales del mundo.

Y todo por una simple llamada de teléfono. Te cuento enseguida.

La única formación reglada que casi tengo es la carrera universitaria de Historia… que dejé a medias para perseguir la VIDA (sí, en mayúsculas).

Si piensas que esto me hace menos competente en lo que puedo hacer por ti, este es un buen lugar para dejar de leer.

Dicho esto.

Lo que hago es el resultado de un cúmulo de experiencias vitales poco habituales o extremas debidas a una vida entera como buscador incansable de experiencias.

Una gran inquietud y curiosidad insaciables por la naturaleza humana y los mecanismos del asombro…

… y la madurez necesaria (con el tiempo) para haber sabido canalizar todo esto de una forma responsable (y rentable) de ganar y hacer ganar dinero.

Así que todo lo que he aprendido
ha sido a base de:

Esto me ha dado herramientas y recursos para manejar a una audiencia de una forma fina, fresca y sofisticada.

Conectar de forma casi instantánea con ella. Captar su atención. Dirigirla a donde nos interesa. Asegurar el ritmo escénico. Crear impacto. Entretener y saber cambiar el plan sobre la marcha o dominar registros muy distintos.

Han sido mi laboratorio de ideas para probar cosas nuevas y validar lo que de forma consistente mejor funciona. No sé si esto es algo sano, (rentable seguro que no), pero no puedo evitarlo.
Presentando, guionizando, entrenando a ponentes o usando la tecnología (interacción digital) y el efecto WOW para hacerlos más impactantes, efectivos e interesantes. Lo que me ha dado perspectiva y olfato para saber si algo funcionará o cómo mejorarlo.

Estas son mis credenciales.

Quizá esto no te diga nada y haces bien.

Pero tengo la suerte de poder colaborar con agencias y empresas en proyectos que me permiten desarrollar mi creatividad y este impulso irrefrenable de comunicar, crear y asombrar.

Conectando emoción, asombro y tecnología para generar eventos en los que algunos participantes incluso se olvidan del día de la semana.

Ya está.

Ya sabes lo más importante sobre mí para valorar si soy un charlatán…

… alguien que ha perdido la cabeza…

… o un tipo que ha tenido la inmensa suerte de encontrar un lugar donde encajar una personalidad hiperactiva y unas habilidades poco usuales de forma útil y rentable.

El 99% de la gente debería dejar de leer aquí.

Pero si quieres algo más de contexto para entender qué hace “un tipo como yo en un lugar como este”, aquí tienes una historia que tal vez no deberías leer.

Es demasiado larga. Demasiado personal. Demasiado loca tal vez.

Incluye 2 vueltas al mundo, 2 entradas en la cárcel, 2 reinvenciones y 2 hijas.

Un borracho sin dientes que cambió el rumbo de mi vida, una llamada sorpresa y una entrada inesperada por la puerta grande al mundo de los eventos.

Entre otras cosas…

Sígueme.

Pero sólo si estás seguro.

¿Eres del 1% que sigue?

Pasa, pasa. Te estaba esperando.

¿Te gusta el salseo? Te lo voy a dar. De hecho me voy a desnudar hasta donde tu quieras, ahora ya está en tus manos.

A medida que esto avanza se va poniendo más interesante. Pero empecemos por el principio.

La escuela no fue estimulante para mí.

No aprendo casi nada de los libros, pero me especializo en un tipo de documento muy sofisticado que aún uso y que me ayuda a crear grandes eventos:

La chuleta.

Una disciplina que mezcla habilidades de ramas tan dispares como la biblioteconomía, el control de la atención o la artesanía, a la que le dedico muchísimo tiempo.

¿Cómo condensar el temario de meses en un papel de 3×4 cm? ¿Y en un boli BIC rayado con un compás? ¿Qué sobra? ¿Qué es lo esencial?

Esos son los grandes retos, las grandes preguntas.

Ahora comprendo que fue la semilla para crear los guiones que escribo. Parte de mi trabajo consiste en seguir haciendo chuletas. Las mejores chuletas posibles.

Supongo que mis profesores nunca imaginaron que años después me pagarían grandes cantidades de dinero por ello.

Por condensar mensajes complejos a su mínima expresión y transmitir su esencia lo mejor posible, con solo un vistazo.

En fin.

Varios años y cientos de chuletas después, llego a la Universidad, donde sigo afinando este noble arte.

Con gran visión de futuro elijo Historia.

Tengo 1 millón de pesetas.

Es algo muy extraño. Nadie de mi entorno y edad tiene un duro. Pero siempre me ha gustado el dinero y nunca he parado de trabajar desde los 15 años.

19 años. 1 millón de pesetas. Hambre de mundo. Un corazón joven con ansias de latir fuerte. Adicción a las sensaciones extremas.

Entonces tomo una decisión drástica.

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